OPINIÓN | ​El PSOE de Talavera y la perversión del servicio público

OPINIÓN | ​El PSOE de Talavera y la perversión del servicio público

El pleno del Ayuntamiento de Talavera está disponible en el siguiente enlace: 


“El abuso de la autoridad es una plaga más temible que la peste o la guerra”, escribió Montesquieu, advirtiendo sobre los peligros de un poder que olvida su razón de ser: el bien común. Hoy, en Talavera de la Reina, el Partido Socialista ha cruzado una línea que no debería haberse atrevido siquiera a rozar. No es solo que se ausenten de los plenos y falten al respeto a la ciudadanía que dicen representar, sino que, al verse señalados, no han dudado en dirigir su maquinaria contra un ciudadano inocente.

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*Un pleno que desvela las ausencias socialistas*

Los hechos son claros. Durante el último pleno municipal, una imagen comenzó a circular en redes sociales: la bancada socialista, semivacía, con apenas cuatro de sus doce concejales presentes. No se trataba de un debate menor, sino de la reconstrucción del Puente Viejo, un tema que atañe al patrimonio y al futuro de Talavera. La ausencia masiva del PSOE reflejaba no solo desinterés, sino una preocupante dejadez en sus responsabilidades institucionales.

Pero en lugar de dar explicaciones o asumir su falta de compromiso, los socialistas han preferido recurrir a una estrategia que delata su vergüenza y su nerviosismo: atacar a quien documenta la realidad. Su respuesta ha sido intentar desacreditar a una persona inocente que asistía al pleno. Un ataque directo, infame y sintomático de un partido que ha perdido la noción de lo que significa el servicio público.

*Del servicio público al ataque personal*

El PSOE talaverano no ha dudado en exponer a un ciudadano al escarnio, cuestionando su profesionalidad con la única intención de desviar la atención sobre su propia irresponsabilidad. Aquí ya no hablamos de una mera disputa política, sino de una grave perversión del deber público. Un partido que, en lugar de representar y trabajar por sus vecinos, se dedica a atacar a los ciudadanos.

Se preguntaba Orwell en 1984: ”¿No ves que el verdadero objetivo del Partido es perpetuar su propio poder?”. Esa parece ser la única brújula de los socialistas talaveranos. Su táctica ya no es debatir ideas, ni siquiera defender su gestión, sino silenciar y desacreditar a quienes osan mostrar sus carencias.

*Un juego sucio que degrada la política*

La política no es el arte de la calumnia, aunque algunos parezcan empeñados en que lo sea. Quienes ocupan cargos públicos han jurado servir a la ciudadanía, no destruir a sus críticos. Pero el PSOE de Talavera ha optado por el juego sucio, por la guerra intestinal en la que todo vale con tal de proteger su imagen, aunque ello implique arrastrar por el fango a quienes, simplemente, cumplen con su trabajo.

Este episodio no es solo una anécdota local, sino un síntoma de un problema mayor: la degradación de la política cuando se olvida su esencia. Un partido que ataca a un ciudadano en lugar de dar cuentas a los ciudadanos es un partido que ha perdido el norte. Y lo peor no es que se ausenten de los plenos: lo verdaderamente alarmante es que, cuando están presentes, lo único que hacen es atacar a quienes deberían servir.

La pregunta es evidente: ¿qué teme tanto el PSOE de Talavera que ha tenido que recurrir a este golpe bajo? Quizá la respuesta sea más sencilla de lo que parece. La verdad les incomoda, y cuando la verdad incomoda, los mediocres no la combaten con razones, sino con difamaciones.

Firmado: Ceramista decepcionada.