Una historia de cerámica: el cuenco del diablo

Una historia de cerámica: el cuenco del diablo

La cuenta de Instagram @Vinotoker cuenta la historia de la peculiar manera de beber vino de los monjes Jerónimos en una famosa pieza de la cerámica de Talavera de la Reina.

FUENTE: CENTRO CERÁMICA 

El cuenco del diablo es producida a día de hoy por el Centro Cerámico de Talavera, se caracteriza por tener pintado un diablo al borde del fragmento y un anagrama en el centro con las letras Jesús Hombre Salvador (JHS).

Cuando se servía el vino, se decía «Sigue echando, hasta que ahogues al diablo», con lo cual conseguían que se llenara el cuenco hasta el borde. Sobre el anagrama JHS, lo interpretaban diciendo que el monje o fraile a la hora de beber ese cuenco bien lleno, decían : "Hasta verte, Jesús Mío!"

Con lo cual, de un sólo trago vaciaban el vino del cuenco; es decir, posiblemente se bebiera medio litro de un trago.

Los Jerónimos eran la orden religiosa protegida por Carlos I y Felipe II. Estos frailes se encontraban en el Monasterio de Yuste, en Guadalupe y también en El Escorial. La protección llevaba consigo la concesión de privilegios, por eso la gente, en épocas de hambre, pensaba que estos frailes se daban grandes comilonas.

Este producto es una forma de llevar la artesanía talaverana al interés social y nacional. Además de dar a conocer las historias antiguas de las épocas.

Comentarios